sábado, 14 de mayo de 2011

Historias por Buenos Aires ya tiene Facebook

Historias por Buenos Aires en el día de hoy se unió a las redes sociales. Donde lo van a poder seguir por FACEBOOK y van a poder compartir fotos, vídeos, historias, etc.
La semana anterior he pensado en hacerle un facebook a Historias por Buenos Aires para saber que opinan sobre el blog, si quieren compartir alguna historia, foto y/o vídeo.
Me importa muchísimo la opinión, criticas y sugerencias de ustedes para la mejora del blog.

Historias por Buenos Aires les agradece a todos los seguidores del blog.



Las calles de Buenos Aires ocultan algo..?

Hoy me gustaría hablarles sobre las calles de la Ciudad de Buenos Aires.
Alguna vez se preguntaron ¿Cuál es, por orden alfabético, la primera calle de la ciudad? Acassuso, en los barrios de Villa Luro y Liniers. ¿Y la última?Zuviría, en Parque Chacabuco y Flores.
¿Las calles que llevan el nombre más corto? son Ohm, en Villa Ortúzar, y las dos Mom, una en Nueva Pompeya y la otra en Belgrano.
¿Las de nombre más largo son María Antonia de la Paz y Figueroa, en el barrio de Vélez Sársfield, y Severo García Grande de Zequeira, en Mataderos, ambas con veintiocho letras.
¿Qué esconden las iniciales de los nombres de algunas personalidades históricas homenajeadas en calles de Buenos Aires? La T de Marcelo T. de Alvear oculta a Torcuato; la V de Joaquín V. González, a Víctor; la B de Juan B. Justo, a Bautista; la C de José C. Paz, a Clemente; la L de Ramón L. Falcón, a Lorenzo, igual que la L de Alfredo L. Palacios; la N de Lucio N. Mansilla, a Norberto; la M de Roberto M. Ortiz, a Marcelino. La P de Francisco P. Moreno no corresponde a “perito”, como cree mucha gente, sino a su segundo nombre, Pascasio.
A pesar de la versión más divulgada, la N de Leandro N. Alem no pertenece al nombre Nicéforo. Según cuenta Daniel Balmaceda en Espadas y corazones, las tarjetas personales del político radical decían “Ln. Alem” –tal vez una forma apocopada de Leandro. Inexplicablemente, en algún momento alguien le adjudicó el Nicéforo como segundo nombre. Por otro lado, su verdadero apellido era Alén. (!)
Los únicos barrios que contienen calles con su propio nombre dentro de su perímetro son Boedo y Constitución. Paradójicamente, la calle Almagro se encuentra en Villa Crespo; Floresta, en Villa Luro; Caballito, en Parque Chacabuco;Coghlan, en Villa Devoto; Vélez Sársfield, en Barracas y Parque de los Patricios; Belgrano, en Almagro, Balvanera y Montserrat; Saavedra, en Balvanera; y Liniers, en Boedo y Almagro.
La calle Núñez, en el barrio homónimo, no recuerda a su fundador, Florencio Núñez sino a un militar de igual apellido. Lo mismo sucede con Venancio Flores, un militar uruguayo cuyo apellido no dio nombre al barrio.
Hay en Buenos Aires dos calles circulares: Berlín, en Parque Chas, y Patricias Argentinas, bordeando el parque Centenario, en Caballito.
Tres pasajes de la ciudad reciben nombres de marcas comerciales: La América y La Estrella en Parque de los Patricios, y La Mundial en San Nicolás. En los tres casos se trataba de compañías de seguros. La calle Spika, en Barracas, no recuerda a la tradicional radio portátil, sino a un militar argentino!
La continuación de la avenida Ingeniero Huergo es Eduardo Madero, ambos ingenieros y rivales en la pugna por la concesión de las obras de remodelación del puerto de Buenos Aires. Triunfó Madero, de ahí el nombre del puerto y del actual barrio. Huergo tendría su revancha más tarde, al diseñar y construir el llamado Puerto Nuevo. Curiosamente, uno de los límites de Puerto Madero es la avenida... ¡Huergo!
Antes de llamarse Leandro N. Alem, la avenida del Bajo era conocida como Paseo de la Alameda. Ese nombre era completamente impropio ya que entre los árboles que ornaban el lugar no había un solo álamo: eran todos ombúes y sauces.
Once calles de la ciudad repiten el apellido García le siguen López y Martínez, con nueve; con ocho, Álvarez y Rodríguez; consiete, Fernández y González; con seis, Castro, Díaz, Pérez y Sáenz; con cinco, Gómez, Ortiz, Paz y Sánchez; con cuatro, Castillo, Méndez, Moreno y Ramírez; con tres, Aráoz, Bermúdez; Campos, Carranza, Correa, Demaría, Escalada, Güemes, Gutiérrez, Irigoyen; Leguizamón, Lynch, Mitre, Montes, Pueyrredón, Quintana, Quiroga, Rivera, Rojas, Romero, Ruiz, Suárez, Uriburu, Valle, Varela, Vedia y Vega.
Los cónyuges de cinco parejas dan nombre a diez calles: Marcelo T. de Alvear y Regina Pacini; José de San Martín y Remedios de Escalada; Juan B. Justo y Alicia Moreau; Martín Thompson y Mariquita Sánchez y Juan D. Perón y María Eva Duarte, esta última con su apellido de casada, Eva Perón.
Uno de los miembros de una pareja célebre no ha obtenido aún su calle: Encarnación Ezcurra figura en la nomenclatura porteña, pero no Juan Manuel de Rosas.
En 2003 el historiador Pacho O’ Donnell –entonces diputado de la Ciudad– propuso ese nombre para la avenida Sarmiento, ya que en ese terreno se ubicaba el caserón de Rosas, “Palermo de San Benito”. Tras una polémica pública, el proyecto no prosperó. La avenida Monroe se llamó Juan Manuel de Rosas desde 1974 hasta 1976, cuando se le devolvió su denominación actual.
La ley porteña 1.198 establece que la futura autopista ribereña, que unirá la autovía Buenos Aires- La Plata con la Arturo U. Illia, se llamará Brigadier General Juan Manuel de Rosas. Según un proyecto presentadp en octubre de 2006, tal vía sería en realidad un túnel entre las avenidas Madero-Huergo y Alicia Moreau de Justo, desde la zona de Retiro hasta la calle Brasil. El tramo ya tiene nombre, pero las obras aún no han comenzado.
Según la geometría, las paralelas no se tocan. Sin embargo ese principio no se cumple en algunas calles porteñas. Por ejemplo, Ecuador y Anchorena nacen paralelas a la avenida Pueyrredón. En su finalización, Ecuador desemboca en Anchorena, y Anchorena en Pueyrredón.
¿Es posible recorrer en automóvil la calle Florida? Sí, pues una cuadra de esa calle está abierta al tránsito vehicular, entre Marcelo T. de Alvear y San Martín, donde se encuentran el Hotel Marriot-Plaza y el edificio Kavanagh.
¿Y la peatonal Lavalle? Sólo una cuadra, ya que hay un estacionamiento en Lavalle al 600. Para acceder a él los autos deben doblar hacia Lavalle desde Maipú e, irremediablemente, circular con cuidado entre los peatones.
La calle San Martín, que nace junto a la Catedral y termina en Retiro, no homenajea al general José de San Martín sino a San Martín de Tours! Una calle de Palermo recuerda por segunda vez al santo. Sin duda, cuando los concejales decidieron el nombre de esa arteria, desconocían el reconocimiento previo.
Además de la avenida que lleva su nombre y de la Avenida del Libertador, también se encuentra en la nomenclatura urbana la madre del general San Martín, Gregoria Matorras; su esposa, Remedios de Escalada; su suegro, Antonio Escalada; el lugar donde nació, Yapeyú, y donde falleció, Boulogne Sur Mer, además de cuatro batallas en las que participó: Arjonilla, San Lorenzo, Chacabuco y Maipú.
Otros parentescos rescatados en nombres de calles de Buenos Aires: Domingo F. Sarmiento y su madre, Paula Albarracín; los Alsina: Valentín y su hijo Adolfo; los Alvear: Carlos, su hijo Emilio y su nieto Marcelo, que no era hijo de Emilio sino de Torcuato, primer intendente de Buenos Aires y a quien no recuerda ninguna calle, aunque sí una plaza en el barrio de Recoleta.
Los hermanos Miguel y Domingo Azcuénaga también dan nombre a calles de la ciudad; del mismo modo Esteban Bonorinoy su hijo Martiniano; los médicos y hermanos Finochietto: Ricardo y Enrique; los Guido: Tomás, y su hijo Carlos Guido y Spano; José Ignacio Gorriti y su hija Juana Manuela; los hermanos Martín Miguel y Macacha Güemes; los Moreno: Mariano y su sobrino José María; los hermanos actores José y Pablo Podestá; los Pueyrredón: Juan Martín, su hijo Prilidiano, y el sobrino de este último, Honorio; Matías Ramos Mejía y su hijo José María; el escritor Marcos Sastre y su hijo Ángel; losCantilo: José María y su hijo José Luis, intendente de la Ciudad; y los Seguí: Francisco y Juan Francisco, su hijo.
Tres calles de la ciudad nombran a familiares de escritores argentinos: Rafael Hernández, político y hermano de José, el autor de Martín Fierro; Manuel Güiraldes, intendente de la Ciudad y padre de Ricardo, autor de Don Segundo Sombra; y Vicente López, creador de la letra del Himno Nacional Argentino y padre de Vicente Fidel López, autor de La gran semana de mayo de 1810.
Entre los presidentes argentinos que incluyen en las calles porteñas a miembros de sus familias se encuentran Bartolomé Mitre, su hermano Emilio y su hijo Bartolomé Mitre y Vedia; los primeros mandatarios Luis Sáenz Peña y su hijo Roque; los Pellegrini: Carlos y su padre Carlos Enrique; Hipólito Yrigoyen y su tío Leandro Alem; Bernardino Rivadavia y su nieto Martín, conocido como “el Comodoro (!)”; Julio Argentino Roca y su padre, José; y los Uriburu: José Evaristo y su padre, Evaristo, además de su hermano Napoleón.
Cinco calles consecutivas homenajean a presidentes argentinos en los barrios de Montserrat y San Nicolás: Hipólito Yrigoyen, Bernardino Rivadavia, Bartolomé Mitre, Juan Domingo Perón y Domingo Faustino Sarmiento.
Dos calles de la ciudad se llaman Manuel García y otras dos Nicolás Granada, aunque cada una homenajea a distintas personas!
Muchos historiadores han condenado a Manuel García quien. Como ministro de Bernardino Rivadavia y en sospechosas negociaciones durante la guerra contra el Brasil, entregó la Banda Oriental a aquel país, hecho que motivó la caída del gobierno.
La calle que lo recuerda recorre cinco cuadras en Parque de los Patricios. El otro Manuel García, marino, es evocado en la zona que se conoce como Barrio River, en Belgrano.
· Las tres calles Leguizamón corresponden a los hermanos entrerrianos Honorio, médico; Martiniano, escritor; y Onésimo, jurista.
El intendente porteño José Luis Cantilo da nombre a dos arterias de la ciudad. Una es la autopista que une la costanera Rafael Obligado con la avenida General Paz, y la otra es una calle de Villa Devoto.
La calle J. I. Gorriti no recuerda al canónigo Juan Ignacio Gorriti, quien bendijo en 1812 y en Jujuy la bandera creada por Manuel Belgrano, sino a su hermano José Ignacio, militar e integrante del Ejército del Norte.
Una única calle homenajea a un futbolista: se trata de Herminio Masantonio, en Nueva Pompeya, a pocas cuadras del club para el que jugaba, Huracán, que tiene su estadio en Parque de los Patricios.
¿Están seguros de que Rivadavia es la calle más larga del mundo? Es sólo un mito, ya que ni siquiera es la más larga de Buenos Aires. Rivadavia recorre 18,5 kilómetros dentro de la ciudad, pero la supera la avenida General Paz, con poco más de 24. aunque siempre se discute si la General Paz es sólo porteña o compartida con los partidos del Conurbano Norte y Oeste, lo cierto es que está bajo jurisdicción de Buenos Aires en su totalidad, incluso su colectora externa. Hasta donde comienza la línea de edificación de las propiedades en territorio provincial.
Aunque les pese a los porteños, la avenida 9 de Julio no es la más ancha del mundo. Lo fue cuando se inauguró el primer tramo, el 12 de octubre de 1937, porque para abrir esta gran vía fue necesario demoler las manzanas comprendidas por la numeración del 1001 al 1100 entre los barrios de Constitución y Retiro. Entonces, el espacio resultante era de 140 metros. Luego, con la incorporación de plazoletas, playas de estacionamiento y canteros centrales, ese ancho se perdió. Sólo tres edificios se salvaron de ser demolidos: la iglesia Inmaculado Corazón de María; el ex MOP, edificio Apertura de la avenida hoy compartido por los Ministerios de 9 de Julio, con el Obelisco y el edificio del MOP Salud y de Desarrollo Social; y el palacio al fondo de la familia Ortiz Basualdo, sede de la Embajada de Francia desde 1939.
A Mariano de Vedia y Mitre, el intendente porteño que decidió abrir la avenida 9 de Julio, lo llamaban Guillermo Tell, por las manzanas que había derribado (!)
La avenida 9 de Julio se abrió por etapas en poco más de cuarenta años. En la década de 1960 se extendió hasta Independencia y Santa Fe, y en los setenta hasta Caseros y del Libertador. Con los escombros de los cientos de viviendas demolidas se ganaron tierras al río en la Costanera Norte. Por otro lado, con objetos rescatados entre las topadoras nació la colección del Museo de la Ciudad.
En 1914 fallecieron los ex presidentes Roque Sáenz Peña, el 9 de agosto, y Julio A. Roca, el 20 de octubre. Eran dos destacados representantes de la llamada Generación del Ochenta, y por esa razón se les dio sus nombres a las dos avenidas que proyectaban abrirse en esos años: las diagonales Norte y Sur, respectivamente.
El monumento que recuerda al presidente Roque Sáenz Peña se encuentra en el cruce de esa avenida con la calle Florida. El presidente Agustín P. Justo asistió al acto de inauguración, en agosto de 1936, con su ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Saavedra Lamas, yerno de Sáenz Peña.
Las diagonales Norte y Sur, abiertas en la década de 1920, se diferenciaban del tradicional trazado del damero español. Esas arterias exhiben además una característica curiosa y única entre las calles de Buenos Aires todos sus edificios tienen la misma altura, 33 metros, y una cornisa que se extiende a 28.66 metros. También las ventanas y balcones son uniformes a lo largo del trazado de las avenidas.
¿Cuál es la calle más corta de la ciudad? Emilio Pettoruti, en Recoleta. Une las avenidas Del Libertador y Figueroa Alcorta, casi junto al Palais de Glace.
¿Y la más angosta? Santa Magdalena, en Barracas: tiene poco más de un metro de ancho cuando nace en la calle Osvaldo Cruz, debajo del viaducto del FC Roca. Se encuentra junto a la estación Hipólito Yrigoyen.
Tres calles de la ciudad evocan a Domingo F. Sarmiento. Una es la paralela inmediata a Corrientes, otra es la avenida que se encuentra en Palermo, y la tercera un pasaje de Balvanera, que comunica Rivadavia con Bartolomé Mitre. Por otro lado, también existe la calle Fragata Sarmiento y la que homenajea a su madre, Paula Albarracín de Sarmiento, además de la calle que recuerda la fecha de su fallecimiento: 11 de septiembre de 1888.
Hasta febrero de 2008, Buenos Aires era atravesada por 2.159 arterias entre calles, avenidas, pasajes y autopistas. La siguiente es la división temática de sus nombres:
Las calles porteñas con nombres de mujeres. Esta cifra se acrecentó en 1995 con el bautismo de todas las calles de Puerto Madero con los nombres de políticas, educadoras, artistas y el de la fundadora de las Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor.
A pesar de lo que pueda pensarse por su forma sinuosa y por su nombre, no corría ningún arroyo por la calle Arroyo, en el barrio de Retiro. Debe su nombre al funcionario criollo Manuel Arroyo y Pinedo!
Ninguna calle recuerda a la actual capital brasileña, Brasilia, aunque dos evocan a las anteriores, Bahía y Río de Janeiro.
Dos calles porteñas homenajean a boxeadores: a Justo Suárez, el Torito de Mataderos, donde se encuentra el estadio del club Nueva Chicago, en ese barrio. A Oscar Bonavena, en Nueva Pompeya, a pesar de que el deportista era oriundo de Parque de los Patricios. En su barrio lo recuerda un monumento, sobre la avenida Caseros.
Y finalmente...:La calle de Buenos Aires que cambió más veces de nombre es Defensa. Se llamó –hasta su actual denominación- Real, Del Fuerte, San Francisco, Mayor, San Martín, Liniers y De la reconquista. Nace en Montserrat, y más al Sur es el límite de los barrios de San Telmo y Constitución.

Sacada del Libro: "Las mil y una curiosidades de Buenos Aires"
un libro 100% recomendado por nosotros para saber mas sobre la ciudad...

viernes, 13 de mayo de 2011

una torre de libros por la ciudad...

Una gigante "Torre de Babel" hecha exclusivamente con libros fue inaugurada en la plaza San Martín de Buenos Aires, creada por la artista plástica argentina Marta Minujín para celebrar el título de Capital Mundial del Libro que la ciudad ostenta este año por designación de la UNESCO.

TORRE DE BABEL DE LIBROS. La obra fue inagurada en Buenos Aires, con más de 30 mil volúmenes.

La original y plausible obra cuenta con 30 mil ejemplares impresos en distintos países, con distintas temáticas e idiomas, distribuidos en siete pisos a lo largo de 25 metros.

Según declaró Minujín, su objetivo fue "dar vuelta el mito y que los hombres vuelvan a hablar el mismo idioma". La historia cuenta que los hombres de la Antigüedad quisieron construir una torre tan alta que llegara al cielo, pero fracasaron. Por eso, Dios los hizo hablar en diferentes lenguas para que dejaran de entenderse y el proyecto no prosperara. Ahora Minujín busca deshacer ese mito, convertirlo en un diálogo, contó.

La obra estará en la Plaza San Martín, a pasos de la estación de tren de Retiro, hasta el 28 de mayo. Los visitantes podrán ingresar al interior de la estructura, para ver desde adentro los siete pisos de libros.

(Fuente. eldiario24)